Esta contribución busca visibilizar una tragedia que tuvo lugar en septiembre de 1945, pero que no se encuentra articulada en la memoria colectiva: el descarrilamiento del tren Panamericano en la localidad de Iturbe (Quebrada de Humahuaca, Jujuy) en el que murieron 36 personas. Para ello, llevamos adelante un trabajo histórico y etnográfico sostenido en un concepto literario desarrollado por Valeria Luiselli en la novela Desierto Sonoro: el eco. Durante la pandemia, desde nuestra casa en Tilcara escuchamos muchas veces un sonido que nos recordaba a la bocina de un tren. Sin embargo, el tren dejó de pasar por esta zona en 1994, producto de la política neoliberal argentina de la década de 1990. La escucha de un sonido acaso imposible, entonces, nos llevó a explorar todos aquellos ecos que resuenan en la inercia de un tren fantasma. Ecos que no sólo son sonoros sino también materiales: barrios construidos sobre las viejas estaciones, durmientes reconvertidos en dinteles de ventanas y puertas, vías, puentes y señaléticas que atraviesan el paisaje, o representaciones gráficas en murales. Mediante esta figura teórica, entonces, planteamos un registro del pasado presente en la materialidad ferroviaria, representaciones gráficas y el archivo histórico, explorando asimismo el lugar que ocupa el tren en el imaginario local actual, aspecto que hoy en día tiene una vitalidad especial a raíz de la iniciativa política en curso de recuperar el servicio con una impronta turística. Para esta contribución, entonces, presentamos el caso particular de un eco que no resuena en la memoria colectiva regional o nacional pero sí a nivel local: la tragedia de Iturbe. Eco que se articula en una memoria asociada con el tren ausente a través de dispositivos narrativos y materiales que nos permiten explorar la relación entre velocidad, conectividad y muerte. Junto con la justificación teórica y metodológica, realizamos una descripción del accidente basado en la investigación de archivo. Luego damos lugar a los resultados de la investigación etnográfica desarrollada en Iturbe, mostrando cómo el accidente está presente en el paisaje y en la narrativa local a través de restos materiales y de almas en pena asociadas al camino. Esto último se asocia con el papel social que desempeñan los muertos en el contexto de los Andes jujeños. Por ello, esta investigación se nutre además de aportes realizados por la antropología vial y la etnografía andina y jujeña.