En este trabajo realizaré una aproximación al culto a la Difunta Correa haciendo hincapié en la relación de reciprocidad que establecen los practicantes con la Difunta a través de ofrendas y promesas relacionadas sobre todo con el transporte, el tránsito y los vehículos mismos. Postulo que el valor otorgado a la Difunta y el tipo y objeto de su poder sobre los caminos tiene una dimensión histórica que se remonta a diversos períodos y ejes, de los cuales los principales son el control de las rutas de tráfico de arriería entre Argentina y Chile en las provincias del centro-oeste argentino y las luchas por la autonomía territorial de las comunidades huarpes de la región que tuvieron como eje esas mismas rutas durante el siglo XIX. El intercambio de ofrendas y mandas por seguridad para evitar la pérdida o robo de animales de carga o ganado en pie es replicado en la actualidad por los viajeros o transportistas modernos que solicitan seguridad mecánica para sus vehícuos y han expandido el culto durante el siglo XX. La hipótesis final de peligro que la Difunta conjuraba en el pasado, ser asesinado por salteadores o montoneros, se traduce en la actualidad en la de morir en un accidente de tránsito, como efectívamente ocurre si se incumplen las promesas a la Difunta.